Si tuviera que decir una cosa de mi trabajo que me hace feliz, sería el hecho de poder conocer personas increíbles.
Dos de esas personas son ellos, Fede y Leo. Desde el principio sabía que esta boda iba a ser memorable y no es que me embandere en llevar las expectativas altas, más bien todo lo contrario, pero es que algo había en el aire que prometía.
A Fede lo conocía de antes. En Montevideo, chica como es, esto no es algo raro. Pero en fin. Éramos, somos más bien, compañeros de Yoga. A Leo lo vi una vez, que acompañó a Fede a una clase.
Nos volvimos a encontrar en el Mercado Ferrando y ahí fue nuestra primera reunión. Si había algo que Fede y Leo tenían claro, era que querían que su boda fuera una verdadera fiesta.
En vez de usar anillos, decidieron hacerse juntos su primer tatuaje, con la fecha en la que se conocieron hace 10 años. No había forma de que yo no registrara ese momento así que me hice un hueco antes de otra preboda y ahí fui.

Para el día de la boda, tattoo curado y todo listo para festejar, Fede y Leo reunieron a su familia y amigos en Manzanar Restaurant donde, justo en la plaza de la calle, celebraron su casamiento.
Y bueno, para no decepcionar a las expectativas, si es que eso es posible… esta fue una gran fiesta. Pero más allá de bailar hasta el amanecer con toda su música preferida, durante toda la boda se respiró muchísima emoción y sobre todo mucho amor.
Love is in the air.




































Fede&Leo. Sofitel / Manzanar Restaurant. Montevideo, Octubre 2019. ©Patricia Riba